El Taxi: una historia de casi 400 años.

El Taxi: una historia de casi 400 años.

Muchos pueden pensar que el taxi nació, como muy pronto, con la aparición de los primeros coches. Pero la realidad es que ya en la Antigua Roma se hablaba de los primeros coches de alquiler. Virgilio indicaba en una de sus obras la existencia de un carro de alquiler que lo ponía a disposición de quién lo necesitase, era el primer servicio público urbano.

El primer servicio de taxi, más o menos como lo conocemos hoy en día, nació en 1640. El francés Nicolás Sauvage abrió la primera empresa de taxis en la calle San Martín de París. Este tipo de servicio no gozaba de un contador, taxímetro, como el que llevan ahora los coches. A pesar de no contar con este aparato, la historia afirma que Nicolás Sauvage fue el inventor del taxi.

Blaise Pascal, inventor de la calculadora, tuvo la idea del transporte público en las grandes ciudades a través de diversos sistemas de carruajes y carrozas de caballos, más conocidos como taxis de sangre, que a través de un sistema de paradas realizaban los recorridos que más demandaban los ciudadanos.

París es la madre del taxi, el rey francés Luis XIV a través de un permiso consolidó un servicio de transporte en la capital francesa. A principios del siglo XVIII la policía de París ya regulaba el tráfico de la capital francesa, se empezaron a asignar un número de licencia que se tenía que colocar en un lugar visible del coche. En Madrid los primeros taxis se llamaban “Simón”, por el conductor Simón González que vivía cerca de la Plaza Mayor en 1772.

A principios del siglo XVIII la policía de París ya regulaba el tráfico de la capital francesa, se empezaron a asignar un número de licencia que se tenía que colocar en un lugar visible del coche. Se trataba de un carruaje tirado por un caballo que se alquilaba en la calle. En Madrid los primeros taxis se llamaban “Simón”, por el conductor Simón González que vivía cerca de la Plaza Mayor en 1772.

En los últimos tiempos, el taxi ha evolucionado al mismo tiempo que los coches convencionales. Las mejoras tecnológicas también han sido aplicadas al taxi por lo que con nuestro simple móvil podemos tener, en pocos minutos, un taxi en nuestra puerta y no necesitamos ir a un determinado lugar de la ciudad para subirnos a uno de ellos.